Luego de un 2018 difícil para muchos sectores, surgen dudas de qué ocurrirá este año. Desde diversos gremios y sectores de la política sienten que los doce meses que se encaran serán complicados.
Comenzó un nuevo año y luego de un 2018 difícil para muchos sectores, surgen dudas de qué ocurrirá en 2019. A partir de este 1º de enero rigen aumentos en distintos servicios y ya hay otros tantos previstos. Esto provoca incertidumbre y que desde diversos gremios y sectores de la política sientan que los doce meses que se encaran serán complicados.
CLG dialogó con un empresario, un sindicalista y una concejala de la ciudad para conocer sus previsiones de cara a un nuevo año. La mayoría concluyó que el 2019 no será el mejor.
Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresario de Rosario (AER), manifestó que, al finalizar el año con «casi un 7% de volumen negativo de ventas respecto a 2017», no tienen «motivos para pensar que eso se vaya a modificar».
Además de la baja en las ventas, aumentó un 60% el cierre de comercios. Ello provoca poca esperanza de una rápida recuperación en 2019. «Al menos en la primera etapa, no podemos visualizar una mejora, hay muchos aumentos y se viene en negativo», agregó.
Para Diab, los aumentos van a afectar negativamente ya que seguirán «quitando rentabilidad a las empresas». Y añadió: «Aumenta el costo de funcionamiento y no puede trasladarse eso al consumo, porque el comprador no tiene más recursos, por ello no es positivo».
Igualmente, el titular de AER aseguró que están «siempre esperanzados» porque para ello trabajan y que espera que la situación del sector cambie para mejor.
Por su parte, Antonio Donello, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario, calificó al 2018 como «muy duro y difícil» y aseguró que se comenzó el año «igual o peor».
«No vemos en el horizonte alguna medida que haga prever que algo pueda cambiar, al contrario. En enero aumentaron las tarifas, el boleto de transporte y los impuestos. Todo eso va contra la pequeña y mediana industria, contra el trabajador y el consumo», criticó el dirigente.
A su vez, Donello agregó que las decisiones políticas demuestran que se llevan adelante políticas de «ajuste» y que «se conocen las consecuencias de ello: empiezan a correr riesgo los puestos de trabajo».
«No se vende, no se produce, entonces sobra gente. Y eso es peligroso«, resumió.
En 2018, «casi 1.500 trabajadores» perdieron su puesto laboral y muchos «continúan en riesgo» ya que hay gran cantidad de industrias en procedimiento preventivo de crisis. «Si el gobierno no se da cuenta que lo que está llevando adelante no es el camino, que es peligroso y que, si no se cambia no hay una mejora, muchos más pueden quedarse sin trabajo«, vaticinó.
Norma López, concejala justicialista de la ciudad, opinó que el año «va a estar absolutamente complejo«. La edila aseguró que desde su lugar, junto a sus compañeros, hicieron muchas acciones para «evitar el traslado de los aumentos totales a las tarifas», pero no se logró un avance mayor ya que «con el aval de la provincia, hubo subas en electricidad y agua».
«Acompañamos reclamos judiciales, participamos de las audiencias, trabajamos junto con la multisectorial contra los tarifazos. El problema es que todas las mejoras que se puedan conseguir para los trabajadores, van a seguir siendo la nada misma si no se mejora el mercado interno«, pronosticó.
López lamentó que «la fuerte alianza entre el PRO y el socialismo» provocaron que muchos proyectos que estaban pensados en los trabajadores y jubilados, no hayan sido aprobadas.
Además, criticó al gobierno nacional por la quita de los subsidios al transporte. «Desde el peronismo y los sectores progresistas hemos logrado que se aumente el impuesto a las financieras para compensar ese dinero, pero no alcanza sin los subsidios nacionales. El gobierno lo tiene y niega la distribución del mismo. Lo único que hace es ampliar la diferencia de lo que paga el sector de Buenos Aires y las tarifas del resto del país», agregó.