El subsecretario general de Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, presentó su renuncia luego de la polémica que generó la investigación periodística del diario El País de España que reveló que el funcionario argentino poseía 1,2 millones de dólares en una cuenta de un banco de Andorra.
El funcionario macrista había sido denunciado este lunes por diputados kirchneristas por supuesta «omisión maliciosa» por no haber declarado los fondos ante organismos argentinos. La presentación judicial cayó en el juzgado de Claudio Bonadio y tendrá como fiscal a Alejandra Mangano.
Según el diario El País, el depósito estaba a nombre de una empresa inglesa dedicada a la intermediación en los pases de futbolistas, Line Action, a su vez propiedad de una firma panameña llamada Nashville North Inc, en la que Díaz Gilligan era accionista.
En 2014 Díaz Gilligan pasó a desempeñarse en el área de turismo del gobierno porteño. En ese momento, dejó la actividad comercial que cumplía en Line Action y afirmó haber vendido esa firma a fines de ese año, aunque el medio madrileño precisó que según registros empresariales del Reino Unido habría vuelto al mismo cargo poco tiempo después.
El delito de lavado de dinero tiene una pena de 3 a diez años de prisión y prevé una multa de 2 a 10 veces del monto de la operación.
En su defensa, en declaraciones a distintos medios, el funcionario cuestionado había dicho que «no hay fondos públicos involucrados» en la cuenta oculta a su nombre en un banco de Andorra.