Una mujer argentina que había sido secuestrada en 1987, cuando era adolescente para ser explotada en un prostíbulo en Bolivia, fue rescatada por la Gendarmería y pudo celebrar su primera Nochebuena en familia después de 32 años, informaron hoy fuentes que participaron del operativo de rescate.
La mujer, actualmente de 45 años, fue rescatada el sábado pasado junto a su hijo de 9 de un garaje en la ciudad boliviana de Bermejo donde eran sometidos a explotación laboral en condiciones de esclavitud.
Gendarmería Nacional informó a Télam que la ciudadana argentina había sido llevada «con engaños hacia Bolivia hace aproximadamente 32 años» y desde entonces su familia oriunda de la ciudad bonaerense de Mar Del Plata no había dejado de buscarla.
Durante los primeros meses de este año, según las fuentes, se reunió información de que la mujer se encontraba en la ciudad de Bermejo (Bolivia), por lo que se informó a la Fiscalia Federal de Orán y se ampliaron las pesquisas hasta confirmar que la ciudadana se encontraba allí con su hijo menor de edad.
Las actividades investigativas fueron desarrolladas en conjunto por Gendarmería Nacional y la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la Policía Nacional de Bolivia, Unidad Bermejo con el objeto de restituir a su hogar a las víctimas.
En 1987, un ciudadano boliviano identificado en la causa como «AC», de unos 50 años, se llevó a Bolivia, a la víctima que por entonces tenía 13 años y a su hermana mayor, con quien estaba de novio, junto a un bebe de pocos meses de vida bajo la promesa de que en ese país conseguirían trabajo.
Siempre según las fuentes, después de tres meses, la hermana mayor de la víctima se peleó con el captor y regresó a la Argentina pero le impidieron traer a su hijo.
Al regreso, la hermana de la víctima denunció que las habían engañado porque una vez que llegaron a Bolivia el hombre que las llevó las obligó a trabajar en un prostíbulo propiedad de su propia hermana, identificada como «Lola C», aunque no pudo precisar la ciudad y el lugar exacto donde se ubicaba.
La denuncia fue puesta en conocimiento de la procuraduría de Trata y Explotación de Personas, el 18 de julio de 2014, que libró un oficio a Interpol de Argentina, para que con sus colegas bolivianos buscaran a la mujer.
Las fuentes señalaron que entre octubre y noviembre últimos, los investigadores confirmaron que la mujer buscada trabajaba en un puesto de comida al paso en el Mercado Central de Bermejo.
Ante ello, entre el 17 y 21 de diciembre se coordinaron las tareas para localizarla y «restituirla a su hogar junto a su hijo», añadieron.
Los investigadores resaltaron que las dos victimas «estaban por debajo del peso básico que debían poseer», en especial la mujer con 20 kilos menos de lo normal para su edad y contextura.
La mujer le narró a las autoridades bolivianas que deseaba volver a la Argentina con su hijo pero que la ciudadana para la cual trabajaba no la dejaba y le retenía los documentos de ambos por lo que funcionarios judiciales y policiales de Bolivia encabezaron un operativo para recuperar su documentación y facilitar su salida del país.
Allí, comprobaron que vivían en el fondo de un garaje, donde el estacionamiento de los vehículos estaba dividido con un placard y tenía el acceso cerrado desde afuera por dos candados.
La mujer pudo ingresar el sábado 22 de diciembre con su hijo a Argentina y partieron en avión el domingo rumbo a Buenos Aires, donde tras reunirse con personal de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas fueron trasladados por tierra a la ciudad de Mar del Plata, donde finalmente pudo reencontrase con su familia y festejar la Nochebuena.
Las fuentes señalaron que los captores son investigados porque se estima que faltan encontrar otros casos y más víctimas posibles de trata.