El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió el martes que no reabrirá el gobierno hasta que obtenga 5.000 millones de dólares para financiar el muro fronterizo al que aspira para cortar la inmigración ilegal, al cumplirse el cuarto día del cierre parcial del gobierno federal.
«No puedo decirles cuándo se abrirá el gobierno», dijo el presidente republicano a los reporteros en la Casa Blanca después de su teleconferencia anual de Navidad con las tropas estadounidenses. «Puedo decir que no estará abierto hasta que tengamos un muro, una cerca, como quieran llamarlo», subrayó.
La demanda de Trump de una muralla física en la frontera entre Estados Unidos y México, un pilar de su plataforma electoral, ha sido rechazada por los demócratas y algunos republicanos en el Congreso, llevando al presidente a rechazar un acuerdo presupuestario, llevando a una parálisis parcial del gobierno federal por falta de fondos.
Trump reafirmó lo que dijo el lunes en Twitter, acerca de que había aprobado un contrato para la construcción de un muro de unos 185 kilómetros de extensión en Texas, aunque la Casa Blanca no ha ofrecido ningún detalle sobre el proyecto.
El mandatario sostuvo que visitará ese tramo de la frontera «a fines de enero para el inicio de la construcción».
«Se va a construir, con suerte rápidamente», dijo.
El jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo el fin de semana que Trump «debe, liza y llanamente, abandonar el muro» para que el gobierno federal vuelva a funcionar con normalidad.