La cantidad de homicidios dolosos volvió a crecer este año en Rosario al sumar hasta este domingo 20 casos más que el total de 2017, aunque muy por debajo del pico de asesinatos de 2013, según datos oficiales.
El último de los crímenes ocurrió el sábado, cuando un joven de 27 años que tenía una tobillera electrónica fue asesinado a balazos durante una pelea a tiros en un barrio de Villa Gobernador Gálvez, ciudad del sur del conurbano rosarino.
Según datos aportados a la agencia de noticias Télam por el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, hasta este domingo hubo en el departamento Rosario 182 homicidios intencionales, mientras que en 2017 se registraron 162 y en 2016 un total de 179.
Para la cartera de Seguridad provincial, este rebrote de violencia obedece a una reacción de las bandas narco que fueron condenadas este año, en especial la de «Los Monos», y a las disputas territoriales de «segundas y terceras líneas» por captar los réditos del comercio ilícito de drogas.
«En la pelea contra las mafias no pactamos y eso genera reacciones», sostuvo el ministro Maximiliano Pullaro luego de las recientes balaceras a edificios policiales, una modalidad de amedrentamiento utilizada desde mediados de este año. «Muchas bandas están presas, les sacamos su dinero y sus bienes y ahora vamos contra sus negocios. No hay ataque ni amenaza que nos haga retroceder en nuestras acciones», explicó.
De acuerdo a las cifras del Ministerio Público de la Acusación, en los primeros 16 días de este año se cometieron 15 homicidios, gran parte de ellos vinculados a la disputa entre dos familias de un mismo barrio: los Funes y los Caminos. Enconados desde hace un lustro por un crimen, el enfrentamiento entre estos dos grupos que según la Justicia se dedican al narcomenudeo se recrudeció a principios de 2018.
Sólo el primer día del año hubo seis muertes violentas por ajustes de cuenta y peleas entre bandas de menor envergadura pero de uso intensivo de la violencia letal para dirimir sus diferencias.
«El tema nos preocupa objetivamente», sostuvo en ese entonces el gobernador Miguel Lifschitz. «Venimos de un año en el que hemos reducido notablemente la cantidad de homicidios (por 2017), y creo que este pico es muy puntual, tiene que ver con un enfrentamiento entre dos grupos que se desató en la zona sur de Rosario y que debe tener una mirada especial de la policía y de la Justicia», agregó.
Una fuente de la cartera Seguridad señaló en aquella oportunidad a Télam que el rebrote violento «es un fenómeno focalizado» y que «si no fuera por estos tipos que se están matando entre ellos (los Funes y los Caminos), tendríamos las cifras (de homicidios) habituales».
Esta semana, mientras la atención pública estaba puesta en el atentado a tiros contra el edificio del Concejo Municipal, 44 personas fueron demoradas y 14 quedaron detenidas en un procedimiento contra la banda de los Caminos en el que se secuestraron 2.300 dosis de cocaína y armas.
De acuerdo a la serie histórica que publica cada año el MPA, los asesinatos con intención tuvieron su pico más bajo en 2006 con 89 muertes violentas.
Como contracara, en 2013, cuando fue asesinado el líder de «Los Monos» Claudio «Pájaro» Cantero -lo que desató una serie de crímenes por venganza- la cifra trepó a 271 en el departamento Rosario, que incluye Villa Gobernador Gálvez, con una alta tasa de homicidios.
Ese año la tasa de homicidios, que se mide cada 100 mil habitantes, creció en Rosario al 21,8, para descender casi a la mitad en 2017, con el 12,8.
Si bien la cifra de homicidios fluctúa, otros elementos se mantienen menos variables, como la edad y sexo de las víctimas. El informe de 2017 del Ministerio Público de Acusación -el de este año se conocerá en los próximos días- señala que el 83 por ciento de las víctimas en Rosario son varones jóvenes.
A pesar de ser menos significativo el número de víctimas mujeres (17 por ciento), el guarismo creció sin retrocesos desde 2014, cuando representó el 7 por ciento del total de los asesinatos.
Según el mismo documento, el 79 por ciento de los homicidios dolosos ocurridos en el departamento Rosario en 2017 se cometieron «con armas de fuego», cuya circulación en el mercado ilegal es otro de los tópicos que preocupa a las autoridades.