Centenares de «chalecos amarillos» concentrados este sábado en un peaje de una autopista de Le Boulou, en el sur de Francia contra la frontera española, fueron desalojados por las fuerzas de seguridad, indicó a la AFP la prefectura del departamento de Pirineos Orientales.
Las fuerzas de seguridad utilizó gases lacrimógenos para evacuar a los manifestantes, que se reagruparon sobre un puente y tiraron objetos sobre la autovía, según un fotógrafo de la AFP.
«La autopista está siendo limpiada para permitir la reanudación del tráfico», precisó la prefectura.
Los chalecos amarillos habían bloqueado por la mañana un acceso a una autopista al nivel de Le Boulou, y después se dirigieron hacia el último peaje que hay antes de España.
«Ha sido muy complicado llegar hasta aquí pero lo hemos conseguido», dijo a la AFP Marcel, un viticultor de 49 años.
Según él, los «chalecos amarillos» dejaron pasar a los coches pero bloquearon los camiones, «símbolo de las importaciones españolas hacia Francia a precio de saldo desde hace años».
A media mañana, decenas de militantes separatistas catalanes, vestidos también con chalecos amarillos y portando una bandera independentista, se unieron a los manifestantes franceses.
Ya habían bloqueado el viernes algunas vías terrestres entre la región francesa de Pirineos orientales y Cataluña (noreste de España).
El viernes por la noche un automovilista murió al chocar contra un camión que había sido detenido en un punto de bloqueo de los «chalecos amarillos», a la entrada de una autopista cerca de Perpiñán, al sur de Francia.
Este fallecimiento eleva a diez el número de muertos vinculados con las manifestaciones y bloqueos de los «chalecos amarillos», movimiento iniciado a mediados de noviembre para exigir una mejora del poder adquisitivo, entre otras muchas reivindicaciones.
Los «chalecos amarillos» se movilizan de nuevo este sábado en toda Francia, por sexta semana consecutiva, aunque el movimiento está perdiendo fuerza.