El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a un acuerdo judicial para disolver su fundación de caridad y entregar todos sus bienes en medio de una batalla legal con la fiscal general del estado de Nueva York, que acusa al mandatario de haber usado la organización para su propio beneficio personal y político.
La fiscal Barbara Underwood y la propia Donald J. Trump Foundation presentaron hoy una declaración conjunta ante un tribunal de Nueva York en la que detallan el proceso de disolución de la fundación y de distribución de sus bienes remanentes entre otras organizaciones sin fines de lucro.
La fiscal inició una demanda en junio pasado contra la fundación, Trump y sus tres hijos mayores acusándolos de «conducta ilegal persistente» y solicitando a un juez la clausura de la organización de beneficencia.
Underwwod, una fiscal de conocida filiación demócrata, reclama 2,8 millones de dólares en penalidades y quiere que los cuatro investigados sean inhabilitados para dirigir otras organizaciones sin fines de lucro.
La fiscal dijo hoy que su investigación en curso halló un «chocante patrón de ilegalidad en la Fundación Trump, incluyendo una coordinación ilegal con la campaña presidencial de Trump, repetidos y deliberados negocios en provecho propio, y mucho más», informó el diario The Washington Post.
«Esta es una victoria importante para el imperio de la ley, que deja en claro que hay un único conjunto de reglas para todos», agregó la procuradora en un comunicado.
Trump y sus abogados niegan que la organización haya incurrido en delito alguno. A fines de 2006, el ahora Presidente dijo que quería cerrar la fundación, pero la fiscal general de Nueva York lo impidió mientras completa su investigación.