El villancico «Noche de paz, noche de amor», que nació una fría Nochebuena en los Alpes austríacos, recorrió el mundo conquistando generaciones, interrumpió batallas, fue manipulado por los nazis y adaptado a diversos estilos, cumple este año su 200 aniversario.
Cuando el 24 de diciembre de 1818, en una pequeña iglesia de la localidad de Oberndorf, cerca de Salzburgo, fue cantada por primera vez por su letrista, Joseph Mohr (1792-1848), y su compositor Franz Xaver Gruber (1786-1863), nadie imaginaba que iba a convertirse en la canción de Navidad más famosa del planeta.
Doscientos años después, traducida a más de 300 idiomas y dialectos, «Noche de paz, noche de amor» forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco y más de mil millones de personas la cantarán, o al menos la escucharán, esta próxima Nochebuena.
Austria recuerda este aniversario con más de 600 eventos entre exposiciones, conciertos, películas, obras de teatro, conferencias, simposios y publicaciones, reportó la agencia Efe.
El origen del villancico es un poema de seis estrofas escrito por el joven cura Mohr en 1816, llamado «el año sin verano», debido a un severo frío que destruyó cosechas y propagó el hambre. El desastre climático agravó la inestabilidad social y política y las penurias que ya habían dejado las guerras napoleónicas (1792-1815) en Europa.
Para Tina Breckwoldt, autora del libro «Ein Lied mit Geschichte» (Una canción con historia), el poema «tocó un nervio» sensible en la Europa de entonces, en la que «todos deseaban la paz».
«Mohr, que había nacido y crecido en medio de la guerra», expresa en tres de las estrofas el ideal de la unión de los pueblos, explicó a Efe la experta, responsable de Dramaturgia del célebre coro infantil Niños Cantores de Viena.
Aparentemente, fue Mohr quien le pidió a Gruber, un maestro de escuela y organista, componer una melodía para su poema, y los dos entonaron juntos la canción en la Misa de Gallo de 1818 en Oberndorf, acompañados por una guitarra.
Poco después los caminos de los dos amigos se separaron, sin imaginar el enorme éxito que iba a tener su obra conjunta gracias, sobre todo, a familias tirolesas de vendedores ambulantes que la integraron en el repertorio que ofrecían en ferias y actuaciones.
El 24 de diciembre de 1914 la entonaron cientos de miles de soldados de diversas naciones en su idioma natal, desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial, en unas horas de tregua apodadas «milagro de hermandad».
Años más tarde, en 1941, mientras la dictadura nazi intentaba imponer una versión de propaganda (cambiando la letra por «…todo duerme… Adolf Hitler vela por el destino de Alemania»), el presidente de Estados Unidos Franklin Roosevelt y el primer ministro británico, Winston Churchill la cantaban en la Casa Blanca.
Bing Crosby, Simon y Garfunkel, Johnny Cash y Justin Bieber, Sinead O’Connor son sólo algunas de las estrellas de la música que presentaron versiones propias del villancico.