La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta (UV). La exposición a los rayos UV, mas frecuente durante los meses de la primavera y el verano, es el factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel. Es por ello que, con mayor frecuencia en esta época del año, es necesario el cuidado de la piel ante la exposición al sol.
Hay tres tipos de rayos UV que provienen de la radiación solar. Todos tienen sus riesgos si la exposición es prolongada.
Recomendaciones:
– Para evitar inconvenientes en la piel se deben tener los siguientes cuidados
– Evitar la exposición solar directa de 10 a 16 horas
– Los bebés no deben exponerse al sol hasta cumplir un año
– Usar protector solar y renovarlo cada dos horas
– Protegerse del sol usando gorras y anteojos
– Prestar atención a los cambios en la piel y visitar al dermatólogo una vez al año
– Un cambio de apariencia en la piel es el primer signo del melanoma. Por lo tanto, es importante saber dónde aparecen los lunares y su apariencia.
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