Las fuerzas israelíes continuaban este viernes la búsqueda de los autores de los últimos ataques palestinos, que desestabilizan la frágil calma en Cisjordania y ponen bajo presión al primer ministro, Benjamin Netanyahu.
En Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de 50 años, en donde viven, a menudo de manera conflictiva, unos 400.000 colonos judíos en medio de más de 2,5 millones de palestinos, se produjo el jueves un tercer ataque antiisraelí en dos meses.
Dos soldados israelíes murieron y un tercero, junto a una civil, resultaron gravemente heridos el jueves cuando un hombre bajó de un coche y disparó en una parada de autobús cerca de la colonia de Givat Assaf, no muy lejos de Ramala, en un sector en donde las colonias israelíes se tocan con las localidades palestinas.
El atacante se dio a la fuga.
Las fuerzas israelíes anunciaron el envío de refuerzos y bloquearon los accesos a Ramala, sede de la Autoridad Palestina, cuyas prerrogativas se ven restringidas por la ocupación.
En diferentes sectores se registraron choques entre palestinos y las fuerzas israelíes. Los colonos, que piden venganza, apedrearon coches palestinos. El conductor, árabe, de un autobús público israelí fue gravemente golpeado por judíos ultraortodoxos en Modiin Illit.
El viernes, un soldado israelí fue seriamente herido en un nuevo ataque de un palestino con arma blanca cerca de la colonia de Beit El, indicaron los militares.
El movimiento islamista Hamas llamó a manifestar el viernes luego de la oración.
Hamas reivindicó un ataque en el que murieron dos israelíes el 7 de octubre y otro el domingo que causó el fallecimiento de un bebé. Israel cree que Hamas organizó el ataque del jueves.
Hamas gobierna la Franja de Gaza, territorio distante de unas decenas de kilómetros de Cisjordania. Sus actividades fueron circunscritas en Cisjordania, tanto por Israel como por la Autoridad Palestina.
La situación empeora en Cisjordania justo cuando mejora en la Franja de Gaza, luego de meses de violencia en la frontera que dejó más de 230 palestinos muertos.
Según el periódico Israel Hayom, Hamas activa células reducidas en Cisjordania con el objetivo de «vengar la situación en Gaza, socavar las posiciones de la Autoridad Palestina y continuar la yihad contra Israel».
Hamas, que niega la existencia de Israel, celebra el viernes el 31º aniversario de su creación. «El enemigo no debe soñar ni con seguridad, ni con establidad en Cisjordania», dijo.
Esta semana las fuerzas israelíes mataron a dos palestinos autores o implicados en los ataques de octubre y del domingo, miembros de Hamas. El jueves por la noche, aseguraron, detuvieron a unos cuarenta agentes de Hamas.
El 13 de noviembre Israel y Hamas, que estuvieron al borde de una nueva guerra, alcanzaron una tregua en Gaza. Pero Netanyahu habría hecho llegar un mensaje a Hamas, según la prensa: no habrá tregua en Gaza mientras haya violencias en Cisjordania.
«Masacrándonos como palomas»
Netanyahu, al frente de una escasa mayoría porque una parte de su coalición se opuso al cese al fuego en Gaza, enfrenta a ahora la presión de los colonos y sus defensores.
El jueves anunció que quería «legalizar» miles de viviendas de colonos que no tienen las autorizaciones necesarias en Cisjordania.
Todas las colonias en Cisjordania son ilegales según el derecho internacional. La colonización avanza poco a poco en los territorios palestinos y es considerada por gran parte de la comunidad internacional como un obstáculo mayor a una paz que se aleja cada vez más.
Israel hace una distinción entre las colonias autorizadas y las «ilegales». Para la mayoría de los colonos, Cisjordania –o Judea y Samaria– debe formar parte de Israel, por razones religiosas o ideológicas.
Netanyahu ordenó que se envíen más tropas a Cisjordania y se establezcan más retenes. Quiere que las viviendas de los autores de los atentados puedan ser destruidas dentro de las 48 horas. Y decidió que se recurra más a las práctica controvertida de detención sin que haya una imputación ni juicio.
Para la extrema derecha esto es aún insuficiente. Centenares de colonos manifestaron el jueves delante de la residencia del primer ministro.
Exigen desde el cierre de las carreteras de Cisjordania para los palestinos hasta medidas de represalia contra la población palestina, pasando por una operación militar de envergadura mayor.
«Si ellos (los palestinos) siguen moviéndose libremente y masacrándonos como palomas, este gobierno no tiene razón de existir ni un día más», dijo el diputado nacionalista religioso Bezalel Smotrich, que además es colono.