El dirigente político, abogado, economista y ex polifuncionario del gobierno de Carlos Saúl Menem Moisés Ikonicoff murió este miércoles a los 84 años, infomaron fuentes familiares. Personaje polifacético, fue un destacado intelectual que también incursionó en el teatro de revista.
La imagen de Ikonicoff se hizo conocida luego de que ocupara la Secretaría General de la Presidencia en 1989, durante la primera presidencia de Menem. En aquel gobierno también fue en 1991 presidente de la Administración Nacional del Seguro de Salud (Annssal), luego secretario del Ministerio del Interior de la Nación y también director del Ciclo de Conferencias Internacionales dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores. Y se lo conoció por su histrionismo, su versatilidad y su capacidad de polemista.
De perfil peronista, durante la década kirchnerista fue crítico del gobierno de Cristina y Néstor y en 2009 y 2013 había sido candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires con el partido Compromiso Federal.
Tras la caída del presidente Arturo Frondizi, en 1962, obtuvo una beca para cursar estudios de posgrado en la Universidad de la Sorbona. Con 34 años participó de la revuelta estudiantil del Mayo Francés, en 1968, y tres años después volvió al país para militar en el peronismo.
Con el retorno de Juan Domingo Perón al gobierno tras 18 años de exilio, se le encargó a Ikonicoff la puesta en marcha de una institución de formación de cuadros estatales similar a lo que era la Escuela Nacional de la Administración de Francia. El proyecto se materializó con la constitución del Instituto Nacional de la Administración Pública (Inap); sin embargo, en 1974 volvió a Francia amenazado por la Triple A.
En Europa trabajó para la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y siguió con sus actividades académicas en Francia. En 1988 volvió al país y, en ese momento, empezó su trabajo como funcionario en distintas áreas.
Personaje polifacético
“Cuando Fernando Henrique Cardoso venía a la Argentina siempre resaltaba que aquí tenía dos intelectuales amigos: Pepe Nun y Moisés Ikonicoff”, recordó Julio Bárbaro al diario Clarín. Y agregó: “Moisés era un enemigo de la solemnidad y un profesor de La Sorbona que transitó el Mayo francés, que escribió sobre la renta económica y que se fue a trabajar a un teatro de revistas de la Calle Corrientes porque estaba aburrido de ser intelectual”.
Y allí estaba la síntesis de una vida en cierto modo apasionante. Porque Ikonicoff, quien había presidido el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho y luego la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires) fue expositor ante el Consejo Mundial de la Paz, en Helsinki, en 1962. Luego fue docente del prestigioso Instituto Económico y Social de París, en la Sorbona, que dirigía Francois Perroux, donde estuvo al frente de varias tesis de Estado.
Y presenció en forma directa el movimiento revolucionario del 68. También fue convocado por el gobierno de Argelia como asesor en planificación. Fue la antesala de su primer retorno a la Argentina, convocado por el propio Juan Domingo Perón. Fundó el Instituto Nacional de Administración Pública. Pero con la muerte de Perón, y la amenaza que le lanzó la Triple A, Ikonicoff debió emprender el camino del exilio, nuevamente a Francia. Recién retornaría por la convocatoria de Menem, quien lo designó Secretario de Planificación de la Presidencia (luego se desempeñó en el Ministerio del Interior y en Relaciones Exteriores).
Pero, a la vez, el Ikonicoff de la alta academia iba alternando con otra faceta, de polemista en programas políticos y hasta de humorista. Llegó a conducir programas propios (tanto en radio como en el Canal 26) y hasta participó en el teatro Astros, en revistas junto a Silvia Süller. “Muchos dicen que estoy loco, que soy un payaso. Me importa poco, no me tomo en serio a mí mismo”, expresó.