En total, nacieron 179.784 bebés, mientras que las muertes aumentaron un 2,1 por ciento, hasta 226.384 personas, con lo que el crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes) presenta un saldo negativo, según datos oficiales del INE. Las cifras actuales confirman la tendencia a la baja de los nacimientos en los últimos años y se considera que la población española creció gracias al aumento de la inmigración, según consignó EFE. En ese sentido, el INE destacó el aumento de los nacimientos de madres extranjeras que suponen dos de cada diez, teniendo en cuenta que de los 46.659.302 habitantes, 4,57 millones (9,7 por ciento) son extranjeros. Los datos sobre población en España van en la línea con lo que ocurre en el resto de la Unión Europea, donde el crecimiento vegetativo también es negativo en los últimos años y la población total crece gracias a la llegada de inmigrantes. No obstante, según datos de la oficina estadística de la UE (Eurostat), España está por debajo de la media europea de nacimientos, con 8,4 por cada 1.000 habitantes, frente a los 9,9 del conjunto de la UE. La baja en nacimientos repercute en el envejecimiento de la población y hace tiempo que los expertos advierten de este envejecimiento progresivo en España, que influirá, entre otros aspectos, en el mantenimiento del sistema de pensiones, ya que habrá más personas mayores que las reciban y menos que coticen al sistema.]]>
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