En el caso de otros nutrientes, hubo momentos del año donde los aportes fueron suficientes y en otros (invierno) fue menor al necesario para completar todos los requisitos nutricionales con la producción de la huerta. En cuanto al detalle de la valoración económica de la producción se calculó que depende de la época del año, pero a valores 2017 el mes de menor ahorro fue agosto con alrededor de $500, mientras que en diciembre generan cifras de más de $3.200 por mes. «Utilizando como base precios mayoristas del Mercado Central de Buenos Aires ajustados a precio minorista, un valor más representativo de las verdulerías; así, el ahorro representaría alrededor de $3.270 promedio mensual», precisó Pescio. Este estudio parte del trabajo de tesis de la ingeniera agrónoma (FA-UBA) Laura Varano, cuyo director fue Pescio, con el acompañamiento de los técnicos responsables del Centro, Tomas del Compare y León Degreef (recientemente fallecido) y el coordinador del Proyecto Regional Territorial Urbano del INTA AMBA, Gonzalo Pares. El trabajo se realizó durante dos temporadas en dos años consecutivos, con datos de producción en la época de primavera-verano (tomates, zapallos y zapallitos) y otoño-invierno (verduras de hoja). “Si se toma en cuenta que muchas familias no acceden a una cantidad adecuada de verduras por no contar con ingresos suficientes, la huerta familiar es un excelente camino para que todos los habitantes de nuestro país puedan acceder a alimentos saludables y nutritivos”, concluye la tesis.]]>
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