«Si tenemos suerte, nos agarrará la feria judicial y recién en febrero o marzo habrá que mudar la radio. Pero no hay plata para arreglar una consola y salir al aire, menos para alquilar o instalar una nueva radio», manifestó. El delegado aseguró que junto a sus compañeros y el sindicato de Prensa están «tratando de conseguir un lugar» y se quejó de que, desde le empresa, afirman que también están buscando, «pero no se mueven». Sobre qué deparará a futuro para la radio, apuntó: «Como optimista, uno lo último que pierde es la fe, pero el temor al cierre existe». En la actualidad, el dinero que los trabajadores cobran es el que logran gestionar a través de la pauta oficial. «Lo dividimos entre todos. Además, para aquellos que viven exclusivamente de la radio, a través de bonos solidarios que lanzó el sindicato, se compraron bolsones de comida para ayudarlos porque la situación es casi terminal», sostuvo.
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