«Arranqué en Barcelona, me compré la bicicleta, estuve por Pirineos, durmiendo en carpa, viajando con la bici. Me quedo en la casa de las personas que quieran ayudarme. Ya hace cinco meses que empecé esta travesía y en ese tiempo me encontró un perro y lo adopté. Se llama Vito y está conmigo. Compré un carro para poder llevarlo agarrado a la bicicleta», agregó. «Estoy matado, aumenté el ritmo, estoy cerquita, voy a llegar bien, pero no doy más», fueron las frases sueltas que lanzó Agustín hace algunos días, durante el primer contacto con este medio. Su incursión europea comenzó de la mano de su hermano, con quien recorrió varias ciudades en auto durante 20 días. «Él se volvió a Buenos Aires. Durante varios veranos fui al sur argentino, pero quería hacer un viaje más largo. Pensé en España, tengo primos en Málaga y además me juega a favor la doble nacionalidad. Eso me permitió viajar más tiempo y trabajar acá», relató. ]]>
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