Siete de cada diez autos comercializados en la Argentina durante 2017 fueron importados mientras la fábricas locales de vehículos aún no pudieron recuperar los niveles de producción, uso de la capacidad instalada y empleo.
Según datos de las compras de las concesionarias que operan en toda la Argentina, el 70% de las unidades comercializadas son de origen importado; es una tendencia que crece dado que en 2016, había sido el 59% y en 2015, el 54%.
Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, va a contramano: en el 2015, la cantidad de autos importados vendidos en el total de su mercado representó el 16%; en el 2016, bajó al 13%; y en el 2017, descendió al 11%.
La apertura de la economía que viene realizando la administración de Mauricio Macri favorece un mercado de importados por sobre la producción nacional de coches, según lo indica un estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda.
En paralelo al estancamiento productivo de las automotrices, el sector registra un déficit en la balanza comercial sectorial (entre automotores y autopartes) de unos 7.000 millones de dólares en 2017.
Ese rojo, que implica una enorme erogación de divisas para la Argentina, registró un fuerte incremento del 65% en relación a 2016 y un salto del 166% para el acumulado de los últimos dos años.
En 2017 la producción de vehículos registró su segundo año de caída, con una baja de 0,1% respecto a 2016 y de 13,5% para el acumulado bianual.
Asimismo, si se compara con los niveles de producción de 2011, año en que se alcanzó el máximo histórico con casi 830 mil unidades producidas, la reducción fue del 43%.
Esto implica que en seis años el país pasó a fabricar localmente casi la mitad de vehículos.
El empleo total del sector automotor registra una pérdida de puestos de trabajo que se profundizó en 2017: la ocupación efectiva en el sector cayó 3,7%, tras haberse reducido 2,5% en 2016.
En términos absolutos, se perdieron casi 5 mil puestos de trabajo en el acumulado de 2016 y 2017 en las plantas automotrices que opera en el país y, en el desglose sectorial, ninguna de las ramas aumentó los niveles de empleo.
Si se compara 2017 con 2015, se observan caídas de 6,4% en vehículos y de 7% en la fabricación de partes; piezas y accesorios.