Refugiados Entre 100.000 y 200.000 refugiados, según diversas fuentes, en ausencia de un censo oficial, viven en campos cerca de la ciudad argelina de Tinduf, a 1.800 km al suroeste de Argel, cerca de la frontera con Marruecos. El último ciclo de negociaciones, auspiciado por la ONU, se remonta a marzo de 2012 y condujo a un estancamiento, pues ambas partes se atrincheran en sus posiciones, con continuos desacuerdos sobre el estatus del territorio y la composición del electorado para el referendo de autodeterminación. Encargado de este dosier desde 2017, el expresidente alemán Horst Köhler ya se ha reunido varias veces, por separado, con las distintas partes relacionadas con el conflicto, sobre todo durante una gira regional. Sus esfuerzos permitieron llevar a la mesa a Marruecos, al Polisario, Argelia y Mauritania, aunque no todos estén de acuerdo con el formato de la reunión. Argel asegura acudir como «país observador», mientras que Rabat considera a su vecino como una «parte activa» de las conversaciones. La reunión se perfila como el «primer paso de un proceso renovado de negociaciones» para una «solución justa, duradera y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental», según una nota informativa de la ONU. El orden del día, sin embargo, es bastante vago: «situación actual, integración regional, próximas etapas del proceso político», según la nota. La idea es no meter «demasiada presión y expectativas» en esta primera sesión, considerada como un «calentamiento» para «romper el hielo», indicó una fuente diplomática próxima al caso, que recordó las malas relaciones entre Argel y Rabat. Sobre el terreno, «la situación ha estado tranquila en general a ambos lados del muro de arena» levantado por Marruecos a lo largo de 2.700 km, «pese a la persistencia de las tensiones» aparecidas a principios de año, según el último informe publicado por la ONU. Para el Polisario, la reciente reducción de doce a seis meses del mandato de los cascos azules de la Minurso que vigilan el alto el fuego, forma parte de la «dinámica» creada por el nombramiento de Köhler. La duración de seis meses fue votada en el Consejo de Seguridad por las presiones de Estados Unidas, primero en abril y luego en octubre, por el coste del dispositivo desplegado para un proceso de paz que no avanza. Antes de la reunión de Ginebra, las partes se mostraban firmes en sus posiciones, pero manifestando buena voluntad. Partidario de una solución política «duradera» basada en el «espíritu de compromiso», Marruecos no transigirá sin embargo sobre su «integridad territorial» y sobre el «carácter marroquí del Sáhara», como declaró el rey, Mohamed VI, en un discurso reciente. Para el Polisario, «todo puede negociarse salvo el derecho inalienable e imprescriptible de nuestro pueblo a la autodeterminación», declaró a la AFP Mhamed Khadad, miembro del Secretariado Nacional del Frente Polisario y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, antes de partir hacia Ginebra. Argelia, principal apoyo del Polisario, también apoya el derecho a la autodeterminación de los habitantes del Sáhara Occidental. Argel defiende una «negociación directa, franca y leal» entre Marruecos y el Polisario para una «solución definitiva», según un comunicado oficial reciente.]]>
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Tras años de estancamiento