Una adolescente de 15 años que había sido secuestrada cuando salía del colegio en el barrio porteño de Flores fue encontrada muerta esta madrugada en el asiento trasero de un auto en la localidad bonaerense de Ituzaingó, hecho por el que dos sujetos fueron detenidos.
La víctima fue identificada como Xiomara Méndez Morales, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el asiento trasero del auto de sus secuestradores maniatada con un cinturón a la altura del cuello y tenía la boca cubierta con cinta de embalar.
Fuentes policiales informaron que a pesar de que todavía se espera el resultado definitivo de los estudios forenses, las primeras hipótesis indicarían que la menor murió por asfixia.
Los voceros señalaron que todo se inició alrededor de las 17.30 del martes cuando la joven salió de la escuela, ubicada en el cruce de la avenida Carabobo y la calle José Bonifacio, en el barrio de Flores, y fue capturada por los delincuentes.
Los sujetos la obligaron a subir a un automóvil Fiat Duna rojo y, según se indicó, uno de los individuos se comunicó con los familiares de la adolescente para exigirles unos 30 mil pesos y drogas como rescate para liberar sana y salva a la menor.
Según trascendió, el padre de la joven pactó con los secuestradores el pago del rescate y llevó el dinero hacia un punto de entrega donde los delincuentes cobraron el rescate, pero no liberaron a la víctima y huyeron del lugar hacia la Zona Oesta con la adolescente.
La persecución policial empezó cuando los secuestradores intentaron evadir un control vehicular de rutina a la altura del partido de Ituzaingó y la misma culminó en el cruce de la Colectora de Acceso Oeste y la calle De la Guitarra donde el vehículo chocó contra otro automóvil.
De inmediato, los policías detuvieron a los dos captores y hallaron a la adolescente que estaba desvanecida en el piso del asiento trasero, por lo cual la trasladaron de urgencia hacia el Hospital Brandsen donde se determinó que ya estaba sin vida.
Los sujetos fueron trasladados hacia una seccional policial y el caso es investigado por la fiscal María Mangano.