A partir de un convenio entre el Mercado de Productores, el municipio y el Banco de Alimentos de Rosario (BAR) se recuperaron, en seis meses, más de 50 mil kilos de alimentos que iban a ser desechados.
En enero del año pasado, el BAR adhirió, junto con otras organizaciones y empresas, a un acuerdo vinculado a políticas de reducción del desperdicio de alimentos y a la campaña “Los alimentos no se tiran”, impulsado desde la Secretaría de Ambiente y Espacio Público.
En el marco de ese compromiso, el Banco de Alimentos y el Mercado de Productores de Rosario, en un programa de recupero de frutas y hortalizas, rescataron de los puestos del mismo Mercado más de 50 mil kilos de alimentos que hubiesen tenido como destino el desecho y que, por el contrario, pudieron ser entregados a instituciones que los aprovecharon para el consumo.
La iniciativa, denominada “RecupeBAR”, no sólo promueve la reducción del desperdicio de alimentos, sino que posibilita mejorar la calidad de la alimentación de muchas personas. Sobre todo, niños menores de 12 años que no tienen acceso a alimentos de alto valor nutricional.
Las instituciones beneficiarias de estos alimentos son 197. Muchas de ellas son comedores, merenderos y copas de leche a las que, diariamente, el BAR les ofrece las frutas y verduras que, por diferentes causas, son descartadas por los puesteros.
En promedio, la cantidad de alimentos que se recuperan en el Mercado es de 300 kilos diarios y en el mes se juntan más de 6.000 kilos, aproximadamente.
En tanto, en el Mercado de Productores hay 200 puestos y la recolección se realiza en 20 de ellos, que van rotando cada día.
El proceso de clasificación de los alimentos se realiza con personal de la Municipalidad y cuatro ex recuperadores informales. A su vez, el Mercado cede un espacio que sirve para organizar el trabajo de rescate, clasificación y limpieza de las frutas y verduras.
Con esta iniciativa, desde el BAR apuntaron que quieren seguir creciendo. “Sabemos que hay potencial para llegar a recuperar 1.000 kilos diarios”, dijeron.
Fuente: La Capital