Antes de que termine el siglo, algunas regiones del mundo podrían tener que enfrentar multitud de catástrofes climáticas, hasta seis al mismo tiempo, desde olas de calor a incendios, pasando por inundaciones, según un nuevo estudio.
«La humanidad se verá confrontada a los impactos devastadores combinados de los múltiples avatares del clima, que interaccionan», indicó uno de los autores, Erik Franklin, investigador en el Instituto de Biología Marina de la Universidad de Hawái.
«Ya se producen hoy y esto continuará empeorando», declaró a la AFP.
Las emisiones de gases con efecto invernadero, causantes del cambio climático, son responsables del aumento de la temperatura del planeta.
En las regiones secas, esto puede conducir a sequías o incendios devastadores. En las zonas más húmedas, las lluvias e inundaciones aumentan mientras que se forman supertormentas sobre los océanos, recalentados.
Hasta ahora, los científicos han estudiado esas catástrofes principalmente por tipo. Pero el estudio publicado el lunes en la revista Nature Climate Change advierte de la posibilidad, o incluso la probabilidad, de que éstas se desarrollen en cascada.
El año pasado, Florida atravesó una grave sequía, con temperaturas récord, un centenar de incendios y el huracán Michael.
«Concentrarse en un riesgo puede esconder los impactos de otros peligros, lo que lleva a una evaluación incompleta de las consecuencias del cambio climático en la humanidad», comentó el autor principal, Camilo Mora, de la Universidad de Hawái.
La probabilidad de esta simultaneidad depende de la geografía y de los esfuerzos para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.
Si, como prevé el acuerdo de París sobre el clima de 2015, el mundo consigue limitar el calentamiento a +2ºC respecto a la era preindustrial, Nueva York sufrirá un fenómeno climático único cada año a finales de siglo.
Pero, si las emisiones de CO2 siguen al ritmo actual, la megalópolis estadounidense podría padecer hasta cuatro al mismo tiempo, mientras que México, Sídney y Los Ángeles sufrirían tres, y las costas atlánticas brasileñas, cinco.
Según los escenarios más optimistas, «la exposición acumulada y creciente a una multitud de peligros climáticos golpeará a países ricos y empobrecidos del mismo modo», subraya el estudio.
Los investigadores se basaron en miles de estudios sobre diez fenómenos específicos, la mayor parte uno a la vez (incendios, inundaciones, subida del nivel del mar, tormentas, sequías, acidificación de los océanos…) y observaron su impacto en seis aspectos de la vida humana (salud, alimentación, agua, economía, infraestructuras y seguridad).
«Si tenemos en cuenta que los efectos más directos del cambio climático, canículas o tormentas, por ejemplo, inevitablemente nos veremos sorprendidos por amenazas más importantes que, combinándose, pueden tener un efecto mayor en la sociedad», declaró otro autor, Jonathan Patz, de la Universidad de Wisconsin.
Mientras que las zonas costeras tropicales deberían ser las más afectadas, las zonas templadas cercanas a las regiones polares, como Tasmania o algunas partes de Canadá y Rusia, podrían resultar mucho menos perjudicadas por las catástrofes.