Sin pimienta fue el partido que disputaron Newell’s Old Boys y Colón en el Parque Independencia. Un primer tiempo que fue una lágrima y por eso hasta el árbitro Echavarría parece que se fue aburrido al término de la primera etapa ¡Si ni faltas significativas hubo!
Un conjunto local que arrancó con cierta actitud ofensiva, pero que con el transcurrir de los minutos se desinfló. Movió la pelota la Lepra, pero sin efectividad, sin ese fuego que hace falta para que un partido sea eso: un partido. No apareció Braian Sarmiento y, la verdad sea dicha, ningún jugador del equipo local se destacó. Colón no fue más y así las cosas el primer tiempo fue deslucido, aburridísimo, para el olvido.
El complemento
En el inicio del segundo tiempo se despertó el conjunto de la casa ante un Colón que se metió atrás. de la mano de Fértoli el conjunto rojinegro mejoró y llegó más. Pero después de los 16 minutos el partido retomó el cauce el primer tiempo, aunque con algo más de sabor, pero un poco más, no mucho más. Y hasta Colón avisó un par de veces porque fue más ofensivo
En el segundo tiempo se destacó el juvenil Torres en la Lepra, pero la figura fue el arquero Luciano Pocrnjic que salvó en dos oportunidades magistralmente el arco del local. Pero…
Pero a los 36 minutos un ex NOB, Guillermo Ortíz, le tiró un baldazo de agua a la Lepra. Un golazo de cabeza puso las cosas 1 a 0 a favor del visitante.
Bueno, lo que pasa es que cuando se ceden los espacios al adversario, este los ocupa.
Con más pena que gloria
En el caso de Newell´s que hay que decir las cosas como son, o como parecen ser: si bien lo institucional no es directamente proporcional a lo que pasa en el campo de juego, es evidente que como dice el refrán “las brujas no existen, pero que las hay las hay y le ponen anestesia a los pies y a la pelota”. En fin…
Si la cosa no mejora en el Parque Independencia no es extraño que haya algún temblor, porque los muchachos del tablón no se podrán bancar tantos partidos con más penas que gloria.