La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff consideró esta mañana que con la victoria reciente de Jair Bolsonaro su país «entró en un camino muy trágico», que introduce el riesgo de «salir de una democracia para entrar en la variante neoliberal de un neofascismo».
Al participar del primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico de CLACSO, denominada «contracumbre» del G20, la ex mandataria brasileña recordó que en 2016 ella misma sufrió un impeachment que configuró, a su entender, un «golpe de Estado» con el objetivo de «encuadrar nuevamente a Brasil en el neoliberalismo».
«Se desencadenó un proceso que instauró un régimen de excepción diferente al de las dictaduras militares que conocimos», argumentó.
Dilma explicó que llegada de la «extrema derecha» al poder político fue posible porque durante «la transición democrática de Brasil no se juzgó el proceso de terrorismo de Estado», y eso «dejó secuelas» sociales. «Permanecen las secuelas de 300 años de esclavitud. Siempre la dictadura encontró a la violencia con método de control principal en Brasil», advirtió.
Para Rousseff, «era inimaginable que en Brasil la extrema derecha ganara un proceso electoral», y apuntó que «la proscripción» del ex presidente Lula Da Silva, quien aparecía como el favorito para ganar las elecciones, propició ese escenario.