El ministro de Transición Ecológica, François de Rugy, aseguró que el Gobierno francés no dará marcha atrás en su plan para aumentar el impuesto sobre los combustible, a pesar del descontento y las protestas multitudinarias.
«En materia de fiscalidad ecológica seguiremos la trayectoria prevista. No hacerlo sería una inconsciencia», manifestó De Rugy, en una entrevista publicada este domingo en el periódico Le Parisien.
El Gobierno francés dispuso un alza por decreto de los impuestos a los carburantes de 7,6 centavos por litro para el diesel y de 3,9 centavos para la nafta, con el objeto de evitar el uso de vehículos contaminantes y promover la energía limpia. A partir de enero se aplicarán, además, tasas suplementarias de 6 y 3 centavos, respectivamente.
«Hay que mantener el ritmo de nuestras medidas que servirán para liberarnos de la dependencia del petróleo y evitar que (un aumento de precio del barril) no afecte nuestra economía», apuntó De Rugy, quien abogó «por dejar la trampa del automóvil».
Para el ministro, el descontento con el presidente Emmanuel Macron expresado el sábado por los casi 300.000 participantes de las protestas, que dejaron un saldo de una mujer muerta y 409 heridos, es «fruto de la impaciencia», pues es «difícil satisfacer a la gente en solo 18 meses».