El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santa Marina ordenó este viernes un nuevo allanamiento en una vivienda del barrio de Floresta en el marco de la causa por la que fueron detenidos dos jóvenes acusados de tener vínculos con la organización Hezbollah, mientras que la comunidad musulmana denunciará al Estado Nacional por maniobras de «persecución» en su contra.
El operativo, a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y Gendarmería Nacional, tuvo lugar en una vivienda ubicada en Emilio Lamarca 405, y en el lugar protestaron familiares de los sospechosos, en medio de forcejeos con los efectivos.
La causa tiene secreto de sumario, por lo que no se confirmaron detalles, aunque trascendió que el allanamiento estaba relacionado a una persona cercana a los hermanos detenidos este jueves.
La denuncia original fue hecha por la DAIA, en base a un correo electrónico anónimo, que terminó con la detención de Kevin y Axel Abraham Salomon, de 25 y 23 años, de nacionalidad argentina.
Ese mensaje alertaba sobre una persona «que sería partidaria del grupo terrorista y habría recibido entrenamiento militar en distintos viajes por Medio Oriente».
En el domicilio encontraron una carabina Mauser calibre 7.65 mm con mira telescópica; una escopeta calibre 16; dos revólveres calibre 38 largo; una pistola Bersa calibre 22 largo; un revólver calibre 25; dos revólveres calibre 22 y una carabina de aire comprimido.
También, cuatro cuchillos de tipo militar; municiones de escopeta calibre 36 y 16; trece peines con cinco cartuchos cada uno calibre 7.65 y otros 237 cartuchos de distintos calibres; un bastón tipo «tonfa», ropa de tipo militar y dispositivos electrónicos.
Este viernes, la defensa de los jóvenes pidieron la excarcelación pero el planteo les fue rechazado por el Juzgado, en tanto que sus padres rechazaron las acusaciones y afirmaron ante prensa que no son «terroristas». «Somos musulmanes, no terroristas. Las armas fueron herencia de un abuelo y estaban guardadas», aseguró Paola, la madre de los hermanos.
En declaraciones a la prensa en su domicilio, Marcelo, el padre, sostuvo: «Es una denuncia anónima, no sabemos quién fue. Cualquiera puede hacer una denuncia y arruinarle la vida a dos personas. Mis hijos son inocentes».
«No sabemos cuál es la imputación. En el expediente no hay nada concreto», subrayó el hombre. En tanto, el presidente de la Confederación de Entidades Argentino Árabes (Fearab), Adalberto Assad, adelantó que presentará una denuncia contra el Estado «persecución hacia la comunidad islámica».
«Somos argentinos, somos parte del tejido social argentino», enfatizó Assad, quien señaló que con las detenciones y allanamientos en el marco de una investigación por presuntos vínculos de personas con Hezbollah «se genera un caos».
Assad se acercó hasta el domicilio de Emilio Lamarca donde se registraba un allanamiento y allí indicó que la comunidad islámica está «pasando un momento muy difícil que nadie quiere pasar».
«Es difícil confundir a un musulmán practicante argentino y vincularlo con terrorismo», se quejó, y consideró además que a partir de este tipo de operativos policiales «los costos los paga la comunidad árabe, que es gente de paz, trabajadora».