Al conmemorarse un nuevo aniversario del 25 de Mayo, CLG habló con el investigador del Conicet Ignacio Martínez sobre aquella semana histórica
Por Gonzalo Santamaría y Andrea Astiasuain
Este 25 de mayo se cumplen 210 años de la Revolución de Mayo, el acontecimiento que empezó a dar origen a la Nación argentina. Uno de los hechos más importantes de la historia argentina se conmemorará este año en medio de una pandemia que puso en crisis al sistema mundial. Para conocer más sobre este suceso y el impacto que tuvo, Con la Gente habló con Ignacio Martínez, profesor de Historia en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario e investigador del Conicet.
La conmemoración del 25 de mayo es recordar el mito de origen de la Nación. «Hoy se considera a lo que ocurrió el 25 de mayo de 1810 como el punto de partida del proceso que terminó en lo que conocemos como República Argentina pero lo que tenemos hoy en la cabeza se fue construyendo a lo largo de mucho tiempo”, indicó Martínez a CLG.
El historiador recalcó que el significado actual de dicho día está condicionado por lo sucedido en los años siguientes. “El Estado Nacional tomó mucho tiempo. Ese tiempo significó muchísimas decisiones que podrían haber sido otras, y batallas que podrían haber resultado de otra forma”, señaló.
En 1810 fue una cosa muy diferente, el concepto de Nación no estaba en los planes de nadie. “Las tropas de Napoleón, expandidas por toda Europa, entran a la península española y generan una crisis. El Rey Fernando VII, quien era reconocido por los reinos de España, es tomado prisionero y no se reconoce al nuevo rey. Entonces se empiezan a formar diferentes juntas”, explicó Martínez, y agregó: “Nosotros formamos otra junta. Como el Rey está cautivo, vamos a tomar su soberanía, la vamos a conservar hasta que vuelva y vamos a gobernar en nombre de ese Rey. La revolución se hace en nombre de Fernando VII”.
Los miembros de la primera junta tenían ideas diferentes, nadie sabía lo que iba a suceder más tarde. “Algunos piensan que ya estaban pensando en la independencia, eso es cierto para algunos, para otros no”.
Los protagonistas anónimos de la Revolución de Mayo
Más allá de los personajes conocidos por todos, aquellos que formaron parte de la primera junta o los que vinieron después, como Saavedra, Castells, Moreno y Belgrano, para Martínez es indispensable resaltar a otros sectores que no formaban parte de la élite y empezaron a ser protagonistas de la vida política del Río de La Plata.
«Están los que están representando a otro sector, como los famosos French y Berutti, que muestran en qué consistió esa revolución. No fue simplemente un movimiento de camarilla, también hubo una presión popular. Vecinos de Buenos Aires que no estaban directamente en el manejo de la cosa pública durante la colonia. A partir del 25 de mayo, se amplió el juego de poder«, manifestó, aunque aclaró: «Siempre desde Buenos Aires».
«Esos otros sectores, lo que hoy diríamos populares, empezaron a ser interpelados, convocados por los líderes de la Revolución para sentir un apoyo, como los sectores en armas, milicias. Estas milicias, que venían de las invasiones inglesas, cuando se inicia la guerra de la independencia se le exige un esfuerzo mucho más grande. Dejan de ser milicias que se reúnen para defender Buenos Aires, son reclutados y recorren miles de kilómetros en situaciones espantosas, abandonan sus hogares, para luchar por la causa de la patria«, comentó.
En épocas de auge feminista y de una importante reivindicación de las mujeres en la historia argentina, el historiador también consideró destacar el rol de las mujeres en la época. «Cuando se va un hombre al frente de batalla quedan muchas veces ancianos, pero fundamentalmente mujeres a cargo de toda la supervivencia del hogar, ahí también hubo mucho esfuerzo», contó.
«Con las mujeres en la historia ocurre lo mismo que ocurre en la general, hay una historia de los grandes nombres y otra historia de las multitudes. Por un lado, están los famosos nombres como Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Encarnación Azcurra, y por otro lado, otras mujeres anónimas que realizaron mucho esfuerzo», dijo el investigador del Conicet.
El esfuerzo de las mujeres no era propiedad del sector popular, sino también en los sectores de poder. El conflicto político, que se disparó con la Revolución de Mayo y duró aproximadamente unos 50 años, generó muchos exilios. «Las personas que eran exiliadas en su mayoría eran hombres, por lo tanto, las mujeres quedaban a cargo de las tareas. Así como una campesina quedaba a cargo de la explotación campesina cuando era reclutado el varón y sus hijos para la batalla, en la élite también hubo mucho movimiento de roles femeninos, ya que fueron las que mantuvieron en marcha la vida económica«, agregó.
La incertidumbre mundial, 210 años después
El proceso revolucionario se vivió en un contexto de conmoción mundial e incertidumbre. «Si hacemos un paralelismo con lo que nos pasa hoy, el mundo de mucha gente se derrumbaba. A todos, el movimiento revolucionario les cambió las coordenadas, como se están cambiando hoy«, aseveró Martínez.
El historiador reflexionó que la salida de un momento de incertidumbre, como el que estamos atravesando en la actualidad, existe. «La forma que tenga esa salida depende muchos de nosotros. El 25 de mayo no estaba escrita la historia, no estaba escrito que iba a haber una cosa que se iba a llamar República Argentina, con ciertos límites, no estaba nada escrito, eso fue producto de lo que pasó. En ese momento, muchos pensaban que se acababa el mundo porque el Rey estaba cautivo, porque la Revolución había triunfado en todo el mundo, y hoy también podemos pensar que se acaba el mundo. Lo que es seguro es que hoy no sabemos qué va a pasar, como no sabían en 1810, pero sí tenemos que saber que el futuro depende de lo que hagamos nosotros«, concluyó.