Por Dr. Nahuel F. Schenone (*)
Desde los inicios de la historia de la humanidad el hombre estuvo unido al agua. Del agua venimos y somos agua dependientes, eso es algo que muchas veces dejamos de lado y no visualizamos, sobre todo en nuestro día a día, y en particular dentro de la vida citadina.
Abrir una canilla y obtener agua potable va a ser cada vez más difícil.
Los estándares de agua potable se vuelven más estrictos y con el nivel de contaminantes que se descargan en los ríos, lagunas, mares y otros cuerpos de agua la potabilización cada vez será más difícil y costosa.
No es cuestión de hacer una proyección al futuro lejano para entender y tomar dimensión del problema, la falta de agua y la falta de acceso al agua son hoy una realidad que golpea de lleno no sólo a los países en desarrollo sino también a los países desarrollados. La contaminación tampoco discrimina y cada vez vemos más y más casos de aguas con contaminantes emitidos por el hombre. Estos contaminantes van desde bacterias, metales pesados, pesticidas y hasta fármacos (como anticonceptivos, antibióticos, etc.) que nosotros mismos consumimos y liberamos al agua.
La frontera del agua prístina se achica y cada vez son menos los recursos hídricos de alta calidad que el hombre puede aprovechar sin efectuar un tratamiento costoso.
Parte del trabajo realizado por el equipo de la Fundación Bosques Nativos Argentinos para la Biodiversidad junto con la provincia de Misiones fue realizar un relevamiento de calidad de agua que la provincia posee y deriva a los dos grandes ríos de la Argentina: el Río Paraná y el Río Uruguay. Los estudios fueron publicados en Environmental Science and Pollution Research y en Microchemical Journal. La investigación dio como resultados bases sólidas para la gestión y generó un índice de calidad de agua para los ríos de Misiones en relación a la salud humana.
Desde este aspecto académico y científico se han realizado aportes de gran importancia.
En este 22 de marzo, Día Mundial del Agua 2018 queremos enfatizar que es fundamental la toma de conciencia por parte de todos: cuidar el agua es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Tenemos que entender que todo lo que se lleva el agua nos vuelve y depende de nosotros ser conscientes de esta realidad. Cada acción individual cuenta.
Todos podemos realizar pequeñas acciones que nos llevan a cuidar el recurso que tenemos. Esto va desde usar inteligentemente el agua, cerrar canillas, regar solo si es necesario, lavar autos con menos agua, y un sin fin de recomendaciones para que el agua POTABLE que sale de la canilla sea considerada un valor que hay que cuidar.
No sólo la toma de conciencia es parte de la responsabilidad de cada individuo. También hay que poner de manifiesto la necesidad de revisar cómo nos estamos desarrollando y qué consecuencias traen las diferentes formas productivas que hoy ya están condicionando nuestro bien más preciado, el AGUA.
Los sistemas de mega minería, la agricultura tecnificada dependiente de agroquímicos, los sistemas industriales no sustentables son hoy un punto central en la responsabilidad de la contaminación del recurso hídrico. Estudios recientes demuestran la presencia de glifosato en la cuenca del Paraná, obviamente provenientes de las fumigaciones de los cultivos de soja.
Los ríos no son infinitos, los mares no son infinitos. Los estamos contaminando.
Como para reflexionar en este día, yo le consulto al lector no sólo como científico sino como ciudadano, si alguna vez analizó el agua que toma de la canilla?. Se sorprendería al saber los resultados.
Tomar conciencia nos lleva a buscar soluciones, y parte de ellas se basan en lograr mejoras en los controles, leyes y políticas respecto al uso integral del recurso hídrico.
Todos somos consumidores de agua: pensemos qué agua le vamos a dejar a nuestros hijos…
(*) Biólogo y especialista en agua y ambiente.