El subcontinente de América del Sur está lleno de maravillas que enamorarán a todos los viajeros y les harán querer volver una y otra vez a esta fascinante región del mundo
Desde espacios naturales tan espectaculares como la selva amazónica o el Salar de Uyuni, hasta vestigios monumentales de las civilizaciones precolombinas, como Machu Picchu o Tikal. El subcontinente de América del Sur está lleno de maravillas que enamorarán a todos los viajeros y les harán querer volver una y otra vez a esta fascinante región del mundo. Así, recogemos impresionantes lugares recomendados por Lonely Planet en su libro ‘Las 101 maravillas del mundo’.
Selva amazónica
Nueve países de América del Sur comparten esta maravilla considerada el pulmón verde del mundo. Las experiencias para explorar el mayor espacio verde del planeta son infinitas, desde paseos en barco por sus serpenteantes ríos hasta observar su rica fauna, caminar entra la frondosa vegetación y dormir en cabañas inmersas en la selva.
Salar de Uyuni (Bolivia)
El Salar de Uyuni es la salina más grande del mundo, creado a raíz de un lago prehistórico que se secó, dando como resultado este espectacular paisaje desértico de casi 11.000 km². Los viajeros se sentirán en otro mundo, caminando sobre sal blanca y brillante, formaciones rocosas y agua que se convierte en un espejo del cielo.
Caño Cristales (Colombia)
El “río de los Siete Colores”, el “más hermoso del mundo” o “el que se escapó del paraíso”. Son muchos los nombres que recibe el impresionante paisaje de Caño Cristales, en el corazón de Colombia. Como un arcoíris líquido que fluye entre las rocas, nos sorprenderemos con los tonos rojos, naranjas, amarillos, verdes, azules, rosas y negros en el tramo conocido como “El Paso de la Danta”.
Cataratas de Iguazú (Argentina y Brasil)
Las Cataratas de Iguazú se extienden a lo largo de tres kilómetros y sus aguas se precipitan desde los 82 metros de altitud. Para contemplar ese espectáculo en todo su esplendor, los meses de enero y febrero suelen ser los más recomendados, ya que son los más húmedos y calurosos y la cantidad de agua es mayor.
Islas Galápagos (Ecuador)
Conformadas por trece islas y más de un centenar de islotes, las Islas Galápagos son uno de los lugares más vírgenes del planeta. La actividad volcánica en esta zona ha creado en el archipiélago un paraje rocoso con una variedad paisajística descomunal, desde coladas de lava petrificadas hasta estructuras geológicas como el Pinnacle Rock de la Isla Bartolomé.
Machu Picchu (Perú)
Enclavada en el corazón de los Andes peruanos, esta ciudadela sagrada inca fue construida alrededor del año 1450. Por su estratégica ubicación, hay diversas teorías que explicarían qué pudo significar Machu Picchu para la cultura precolombina: desde un gran mausoleo para el inca Pachacútec, hasta un importante centro administrativo y agrícola.
Salto del Ángel (Venezuela)
Los nativos la llamaban Kerepacupay vena, es decir, “salto del lugar más profundo”. Esta enorme cascada del sureste de Venezuela arrastra una gran fama mundial a la altura de sus proporciones, y es que no solo destaca por su belleza, sino por ser la más alta de todo el mundo, con 979 metros de caída.
Tikal (Guatemala)
La antigua ciudad maya de Tikal es el asentamiento prehispánico más extenso en Guatemala. Durante su época de mayor esplendor, su población pudo alcanzar las 100.000 personas, y es que contaba con alrededor de 5.000 edificios prehispánicos. En la actualidad, solo el 5 % se encuentra restaurado y habilitado para su visita.
Capillas de Mármol (Chile)
Las Capillas de Mármol son uno de los atractivos turísticos más importantes de la Patagonia. Estas se componene de tres formaciones de piedra caliza, La Catedral, La Capilla y La Cueva, esculpidas en las orillas del Lago General Carrera y con una enorme belleza natural.
Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses (Brasil)
El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses es un mar de dunas, literalmente. Aquí la arena se mezcla con el agua en una simbiosis perfecta, creando un espectáculo visual sin igual que es difícil de explicar con palabras, aunque podría describirse como un desierto lleno de piscinas naturales.